Encuentro con la Orientadora

¿Vocare?

A todos, alguna vez cuando pequeños, nos preguntaron qué querríamos ser cuando grandes. ¿Recuerdas que respondías? Podíamos decir cualquier cosa: policía, bombero, astronauta, piloto, futbolista, bailarina, maestra, Batman… sin preocuparnos si pasaríamos o no la prueba de admisión, si con eso nos moriríamos o no de hambre, o si tendría sentido tener un batimóvil para que ni siquiera pudiera pasar de 20 Km en medio de tanto  tráfico.
Sin embargo hoy, cuando no es fantasía sino una realidad cercana la posibilidad de continuar estudios superiores,  la decisión del camino a tomar no se hace tan clara, fácil, o tan ligera como cuando éramos pequeños. Incluso para algunos la o las alternativas son tan distantes, como por ejemplo entre Mecánica Automotriz y Letras (aunque puedes leerte todos los manuales de los carros y escribir uno mejor), desconocidas (por falta de información) o tan difíciles de precisar, que sólo atinan a responder con un simple: “no tengo ni  idea”.
Otros, en medio de  su estado de duda, incertidumbre y ansiedad (porque no falta el pana que -felizmente para él o ella- dice que desde que nació sabe qué quiere hacer en los próximos 100 años ; o la vecina que no pierde oportunidad para contar que su hijo(a) ya se ha leído mil libros sobre su futura carrera) deciden “camuflajear” sus sentimientos respondiendo con una mirada perdida en el horizonte… como diciendo que no pueden contestar porque no son de éste mundo; o con una risita nerviosa que los delata, o con una pose desafiante de súper-hombre o súper-mujer… para que nadie se les acerque o se vuelvan a atrever a hablarles del tema.
Lo cierto es que hay momentos o períodos en que pareciera que todo girara alrededor de la decisión vocacional, incluso hasta para poder seguir estudios después de 3er año: ¿Ciencias o Humanidades? ¿Bachillerato mención Contabilidad o Integral?… Y  te preguntan ¿pero, y cuál es tu vocación?...     Y tú te re-preguntas: ¿y realmente qué cuernos es eso de la vocación?  
La palabra vocación viene del latín “vocare” que significa “llamado”. Siendo un poco más dramáticos: destino.
Vocación no es otra cosa que escucharte, verte y ubicar en ti eso que, de sólo pensarlo, hace que se te chorree una sonrisa; que se te arrugue el corazón; que  mariposas paseen  tu estómago; que se te caigan los pantalones…..Esa ocupación, campo, área, oficio o actividad que, al imaginar que la realizas, te cambia el rostro y aparece, en definitiva, tu mejor cara de “bobo(a) iluminado(a)”…., pues empiezas  a sentir, y a creer, que hay posibilidad de anclar tu sueño a tierra.
¿Suena como cursi, verdad? Sin embargo,  levanta la mirada de este artículo que estás leyendo y observa todas las cosas materiales que te rodean. Esas cosas que  ahora puedes tocar, e incluso oír (si estás escuchando música) fue en su inicio, el simple sueño de alguien, que se atrevió a luchar hasta darle forma…
Este relato continua         
                                                                                               Laura Meza

                                                                                       Psicóloga Orientadora

No hay comentarios:

Publicar un comentario